INTRODUCCIÓN.
En el escrito que sigue primero vamos a abrir un paréntesis y vamos a hablar de Descartes. Al final voy a abrir otro paréntesis para hacer una pequeña critica a Kant, quien a mi entender fue el filosofo que termino de consolidar una gran confusión en el ámbito de la sabiduría humana.
Lo que sucede
generalmente es que la influencia de los filósofos o pensadores de antes –hasta
Kant no había ciencias en el sentido como hoy las conocemos, había “filosofías naturales”, los
científicos eran primero filósofos como Newton o Leibniz-, digo, la influencia
de los pensadores de antaño no es tenida en cuenta en como afecta la
cosmovisión de nuestro presente. Pero en verdad lo que sucede es que en la
dialéctica histórica los discursos van quedando escondidos. Explico lo que quiero
decir. Por ejemplo aparece Kant, luego aparece la gran filosofía alemana (Hegel,
Fitche, Schelling), pero esta filosofía para superar a Kant debe partir
criticando los discursos del mismo Kant. El problema es que si esta crítica no
es acertada, el defecto se potencia mas afectando al nuevo discurso también y así comienza a rodar el des-entendimiento.
Considero que esta “afectación” sucede en una dialéctica discursiva hasta hoy
dentro de la filosofía y las ciencias también. (En las ciencias duras, en cambio, el saber sí es
progresivo y no se puede sostener un error pues no se podría aplicar a la
técnica. En cambio la filosofía como no aplica experimentalmente puede terminar
en cualquier desquicio). Por eso la influencia de Kant –o de Descartes-
es algo que no se puede mensurar, su discurso, los discursos de todos los
filósofos o gente que cuestiona los principios sobre los que se sostiene el conocimiento y la cultura, son como meteoritos que caen del cielo. En un primer
momento la evidencia de cómo afecto el paisaje un meteorito es evidente. Pero
luego con el correr del tiempo la evidencia va quedando como tapada por la vida
del lugar, y quizás, una vaca, un burro, un oso o un hombre común ni idea
tienen que ese meteorito haya existido, ni de su influencia. Pero si viene un
geólogo puede llegar a descubrir que ese meteorito fue el que hizo desaparecer
a los dinosaurios, lo que permitió que todos ellos, tanto mono y jabalí, ahora
campantes, se desarrollasen como lo hicieron.
Yo creo que Kant con esos dos juicios sintéticos a priori o intuiciones puras –tiempo y espacio- es una especie de meteorito que a la inversa, trajo de nuevo a los dinosaurios. Generó una división tajante entre filosofía y ciencias, y creo que esto le ha hecho un daño grande al saber humano.
Mientras dure la historia, mientras esta no acabe no se puede jamás mensurar la influencia de un discurso. Esta critica de cómo funciona el entendimiento humano pretende abrir el camino para forjar una nueva teoría del conocimiento que vuelva a unir el discurso filosófico y el científico.
COMIENZO: (Sigue abajo)
Yo creo que Kant con esos dos juicios sintéticos a priori o intuiciones puras –tiempo y espacio- es una especie de meteorito que a la inversa, trajo de nuevo a los dinosaurios. Generó una división tajante entre filosofía y ciencias, y creo que esto le ha hecho un daño grande al saber humano.
Mientras dure la historia, mientras esta no acabe no se puede jamás mensurar la influencia de un discurso. Esta critica de cómo funciona el entendimiento humano pretende abrir el camino para forjar una nueva teoría del conocimiento que vuelva a unir el discurso filosófico y el científico.
COMIENZO: (Sigue abajo)
(¿Que hizo Descart ? Que descubrió descartes cuando dijo “pienso luego existo”? descubrió a la sustancia del pensamiento, del yo como principio de todo, sustancia de la cual no se puede dudar ya que la duda se esta originando de esa misma sustancia. O si se puede dudar, dice después, se puede dudar si existe “un genio maligno que nos quiere engañar”…
Descartes descubrió al yo como el canal por donde
puede penetrar lo que es verdadero en el alma del hombre, por lo tanto
descubrió el principio desde donde se apoya la verdad. Pero el yo no es un
principio material, es un principio espiritual. Por eso automáticamente que
descubre el “yo”, su yo, descubre una sustancia parecida a la suya, pero perfecta.
¿Porque perfecta?
Porque es acabada, plena, ya que, mientras su yo
conoce una verdad: “que piensa y que por pensar existe” también desconoce y
no tiene certeza de todas las otras cosas que percibe, de todo el mundo a su
alrededor, de todo ese mundo puede dudar, al hombre le genera desconfianza pues
no lo puede controlar, se siente desnudo frente a la inmensidad de la creación
(extensión lo llama descart). Pero a pesar de dudar de todo, y de encontrarse
en ese estado de indigencia respecto al conocimiento, su yo, también posee la
idea de algo “perfecto”, pleno, acabado, pues por eso el siente este estado de indigencia, pues se
siente así porque intuye esta desnudez en comparación con otro estado mejor o
mas perfecto. Esta idea de la posibilidad de algo mejor, mas pleno, perfecto,
no puede ser suya, ni del mundo en que esta sumergido, del cual puede dudar y
por lo tanto es imperfecto, por lo tanto la idea de perfección no puede venir
de este mundo.
Porque a pesar de todas las sublimes ideas que
podamos tener, los hombres, seguimos enmarcados en un universo material en el
que podemos dudar de todo y en el que no encontramos otra certeza aparte de
nuestro yo. Acá entonces, el yo del hombre, sí puede reconocer su plena
ignorancia en el ámbito “del saber”, si lo acepta, puede a su vez reconocer que su yo
tiene algo que no pertenece del todo a ese mundo del cual duda. En este mundo
no encuentra certeza. Aquí, concluye, esta idea tiene que venir grabada por si
misma, ya que ni del yo del hombre por su propia fuerza, ni por la del mundo,
se hubiera podido llegar a concluir una idea de algo perfecto o acabado.
Entonces, el hombre, inmediatamente (sin mediación
de tiempo), se da cuanta de que esa sustancia perfecta marcada por si misma,
una sustancia totalmente distinta, espiritual no mundana que es acabada, plena,
perfecta, esa sustancia en si misma es el parámetro de la perfección, pues
tiene que ser el origen y el fin de la propia inacabada, imperfecta sustancia
espiritual del yo del hombre, y tiene que ser el origen y el fin por el cual su
débil sustancia puede ser lo que es, y puede percibir todo lo que percibe.
Después, concluye que, como el engaño es algo
imperfecto, (es decir engaño significa carencia o falta de verdad o plenitud o
perfección) en verdad esa sustancia no podría engañarnos, o sea, no es un genio
maligno.
Por lo tanto esa sustancia es Dios....
Descartes
no hizo ni mas ni menos que realizar un ejercicio de abstracción hasta
encontrar como describir la intuición del estado de desnudez en que se
encuentra el hombre caído, estado indigente frente al mundo y su conocimiento,
se da cuenta que “puede dudar de todo”, no encuentra donde
esconderse, tiene miedo, se siente desnudo.
El problema de
descartes es que habla de un dogma, el dogma del pecado original, de
algo ya explicado, ya sabido, sin darse cuenta de que lo esta haciendo. Por eso
a descartes y su discurso del método, el “origen” de la modernidad, le
pasa como a los saduceos: “no conocen la profundidad de las escrituras,
ni el poder de Dios”. “están en un grave a error” (marcos 12, 24.
27.).
Como no conocen la profundidad de las escrituras
de lo que había antes que el, esta faltando el respeto creyendo que esta
innovando en algo, cuando “ya esta todo dicho”, y a causa de esa
irresponsabilidad suya, ese descuido, genera cada vez mas crecientes errores de
interpretación provocando divisiones en los discursos con sus lógicos
enfrentamientos y con su consecuente, y cada vez mas creciente, desgaste de “la verdad” en cuestiones
burocráticas y reglamentaciones vanas, producidas simplemente por un error de
interpretación. (Además, supuestamente, su discurso del método solo lo hace
para justificar, de manera política, su independencia de la escolástica, sin
dialogar). Esta aparente apertura “conciente” no es verdadera,
porque inconscientemente se esta ignorando lo que se venero durante los 15
siglos anteriores y que explica a la “perfección” todo, salvo que en
la “época”, por las modas de la época no se lo podía ver.)
(parabola
del administrador sagaz)
Pero
arranquemos de cero y olvidemos el paréntesis (Aunque no nos olvidemos de esta “grandiosa” percepción que descart tiene
sobre el yo -estoy siendo irónico-).
Durante
la historia, mas particularmente la historia del pensamiento, hay algo que el
hombre parece obviar y es que aunque sus hechos y descubrimientos se sostengan
en el tiempo y nos lleguen hasta el día de hoy, digo, aunque todas estas cosas
sucedan, continúen y nos afecten en nuestra contemporaneidad, los hombres que
las generaron dejaron de existir -al menos en el plano de la existencia de este
mundo- o dejaran de hacerlo en un tiempo relativamente breve en comparación al
tamaño de dicha historia. Con esto quiero decir una cosa: que la manera en que
el hombre entiende la historia y el mundo que lo rodea esta por un lado muy
enriquecida por el tiempo anterior que vivieron estos otros hombres -y el
legado que nos dejaron- pero por otro lado, y a la vez, el tiempo que nos dejan
para entender por nosotros mismos esa misma historia que ellos habitaron y nos
dejaron es cada vez menor ya que la cantidad de personajes y descubrimientos se
suceden y aumentan año a año dejándonos un escaso tiempo para pensar por
nosotros mismos la historia y el universo. Está conclusión de lo tanto que nos
da la historia y de lo tanto que nos quita puede tener muchas implicancias
importantes, pero hay una central y es la que tiene que ver con el tiempo.
El
hombre es un ser temporal, temporal en el sentido que necesita del tiempo para
crecer, educarse y aprender a vivir. El tiempo también, si Dios nos ayuda, nos
va a enseñar a morir. Pero mas allá de esto el tiempo hace que el pensamiento
del hombre se vaya acotando al marco de referencia donde socialmente le toca
vivir. Por ejemplo si hablara de la categoría de espacio físico en lugar de la
del tiempo, diría que el espacio da el marco de referencia donde naturalmente
le toca vivir al hombre, pero el hombre gracias a esta historia que estamos
viendo, rica en pensamientos y descubrimientos ya parece lograr dominar la
naturaleza, por lo que lo que mas lo determina al hombre parece ser el marco
social y ya no tanto el natural.
O
sea lo que mas determina al hombre es lo social y esto social está determinado
por el tiempo en el que nos toca vivir a los hombres, como nos relacionamos con
los demás a nuestro alrededor, como nos educan y como aprendemos, como educamos
y como enseñamos va desarrollando como
entendemos el mundo en que vivimos. Esta consecuencia determinante que el
tiempo tiene sobre nosotros los hombres no es producto del azar y esta
íntimamente ligada a nuestra manera de conocer la realidad, a nuestra manera de
relacionarnos con ella. El hombre aprende a vivir y se educa a través de un
lenguaje con el resto de los hombres, este lenguaje esta formado por conceptos
relativos a todo su entorno alrededor y que deviene de una historia del
pensamiento, una historia social antes que el propio hombre exista. Estos
conceptos del lenguaje tienen que ver con la existencia del hombre y le sirven
para representarse y comunicarse con la realidad que lo circunda. También le
sirven para entender el mundo que lo rodea y entenderse a si mismo, y para
hacer el esto el hombre debe mirar la historia y ver de donde viene todo lo que
el hoy vivencia.
Por
eso, para arrancar, echémosle una fugaz mirada a la historia del pensamiento,
veamos su contenido. Si le pegamos un pequeño vistazo a la historia del
pensamiento, de la filosofía vemos que en buena parte de ella primo una
intuición que no es un pensamiento, es mas que nada un sentimiento y nos trata
de mostrar que la realidad responde a un tipo de “saber”: un saber de “cambio” o “movimiento”.
Y, a este sentimiento, cuando lo queremos pensar lo traducimos en
conceptos de oposición-el hombre piensa a través de los conceptos- : “vida-muerte”, “de lucha y unión de contrarios”, “sujeto-objeto” , “res cogitas
- res extensa”, “ de Ser o no ser”, “de bien y mal”: conseguimos un saber que
necesita definirse estructuralmente, por “opuestos”.
El pensamiento del hombre, a través del discurrir por conceptos
opuestos, por oposiciones, va vislumbrando mas y aumentando su capacidad de
conocimiento porque este sentimiento o
intuición original nos quiere enseñar una totalidad y para alcanzarla rápido
nos hace creer que todo el universo se encuentra conectado en una lucha, en una
dinámica dualidad de contrarios. Pero esto es erróneo. Toda la primer parte de
este escrito tiene que ver con una critica a nuestra manera de conocimiento de
la realidad, como nos acercamos a ella, esta parte del escrito va a intentar
demostrar como esta nuestra manera de conocer produce que nos termine
determinando -a un nivel casi inconsciente- el tiempo en que vivimos.
lo
que sigue es la primer parte del escrito y en esta voy a intentar desenredar la
trama conceptual en la que está inmersa nuestra conciencia y para esto voy
hacer una critica sobre desde que tipo de conocimiento proviene esta percepción
primera de la dualidad de los opuestos, voy a criticar la razón por la que
nuestros conceptos se forman mediante oposiciones y vamos a descubrir que
efectivamente proviene del tiempo mismo y como nos posicionamos desde el. A
modo de aclaración digo que en la segunda parte, la constructiva, voy a tratar
de mostrar una trama conceptual donde los conceptos no se originan desde la
especulación sobre el tiempo sino que los mismos conceptos van a ser dados por
el entendimiento de la tradición o ley y lo que nos dice la experiencia
acumulada hasta hoy. En esta trama conceptual los conceptos no devienen de
nuestro análisis del tiempo sino que el tiempo es contemplado como un concepto mas
dentro del movimiento dinámico de la vida.
Primera parte.
Dualidad de los conceptos de Presente-Pasado: aparición del concepto futuro como posibilidad de conocimiento.
Volvamos al
proceso de abstracción que hizo descart. Para arrancar esta critica ubiquémonos
desde la perspectiva de la res cogitans de Descart. “Gracias” al yo de Descart, de
la inmanencia del yo en el momento presente empezamos a tener una vaga
conciencia de la ley del tiempo, el hombre gracias a su consciente en el
presente puede “darse cuenta” de los hechos que
suceden en un línea temporal, puede dar cuenta que la piedra se calentó al sol
o que las cosas caen de arriba para bajo o etc. En primer lugar, por un lado,
tenemos una mirada comprometida con el hoy, que no puede descomprometerse del
momento presente porque nunca puede dejar de formar parte en lo que esta
viviendo, es una mirada cargada de la vida del sujeto que la percibe. Es la
mirada subjetiva. Por otro lado empezamos a formar una mirada descriptiva,
estática, estética, lejana, narrativa, “la piedra se calentó”, es lo aparentemente
“objetivo” de nuestro juicio,
lo que ya paso, el pasado, la experiencia ya determinada de nuestro
entendimiento. Esta mirada va acumulando toda la propia experiencia y forma la
memoria (Pero no la memoria de la humanidad, de lo que paso antes que esa
memoria se formara, esa debe aprenderse a través de la enseñanza, y a través de
la fe en esa enseñanza).
La conciencia de la
evolución del tiempo en el espacio genera oposiciones entre la memoria del
pasado y el yo “conciente” del presente de los hombres, oposiciones
entre estas dos miradas.
Estas oposiciones, en
un comienzo, son oposiciones entre lo que “es” hoy, momento
presente y mirada subjetiva, y, por otro
lado, donde se apoya eso que “es” hoy, es decir, lo que “era”, en el pasado,
mirada objetiva desde la memoria formada que, a disposición del “yo”, puede deducir esa
diferencia inmediata que nos dice que hoy se “es” y ayer se “era”.
Aquí encontramos como
se empieza a formar la dualidad. De estas dos percepciones inmediatas, cuando
ocurren repeticiones o cambios en los eventos, el hombre comienza a sacar
conclusiones, a especular sobre el piso de su memoria formada, comienza a hacer
analogías gracias a esta memoria de su yo consciente en el hoy, y así, desde
esta memoria, su juicio “objetivo”, va formando su propio caudal de saber, comienza
a acercarse a conocer como suceden los hechos, y puede aventurarse a descubrir
como sucederán, en el futuro. Esta capacidad predictiva sobre ciertos hechos
nos acerca a cierta capacidad de control sobre la realidad en la que estamos
inmersos. Así ocurre como las particulares conclusiones pasadas -alojadas en la
memoria- a las que los individuos llegan por repetición de eventos en el
presente, “por inducción”, se relacionan y
conjugan generando reglas, definiciones,
leyes, limites “por deducción” que pueden “predecir“ como sucederán
ciertos hechos. Surge
la posibilidad de generalizar relaciones a partir de hechos o situaciones
particulares. Surge el conocimiento. Y un conocimiento no solo del pasado desde
la memoria sino, un conocimiento desde la especulación, de la posibilidad de
existencia de un futuro y del conocimiento de sus condiciones.
Los conceptos de Ser
o no ser, el problema de la aparición del limite: aparición del concepto“la nada” como posibilidad.
Pero surge un problema con este tipo de capacidad
predictiva. Voy a explicar cual es.
Cuando a través de esta especulación entre la memoria “objetiva” y el yo “subjetivo”, se extraen y
exteriorizan, leyes, reglas, conocimientos generales que el yo objetiva,
empieza a aparecer una noción que hasta ese entonces no existía y esta noción
consiste en lo que resta del otro lado de las reglas, de la leyes, del
conocimiento que son objetivos para el yo y, creemos, nos permiten poder
conocer la realidad. Esta noción consiste en el marco -espacio y/o tiempo- en el cual el hombre
quiere limitar su conocimiento. Este limitar es una definición entre lo que “es” eso que quiere conocer y lo que “no es” su objeto de conocimiento. En
esta manera particular de entender el conocimiento, el hombre, necesita definir
lo que quiere conocer, para generalizar y conocer con certeza la realidad el
hombre define lo que quiere conocer. Definir la realidad significa establecer
el límite de “lo que es” esa realidad. Crear este límite
para permitirnos conocer la realidad implica a su vez crear un concepto
completamente abstracto, que forma la otra cara del límite de lo que “es” la realidad que se busca
definir: del otro lado tenemos lo que “no es” esa realidad definida, aparece entonces el no-ser como
posibilidad, aparece la nada como posibilidad, lo no real, aparece una
abstracción pura. El hombre crea el limite que implica “la nada” para apoyar su conocimiento en
algo “concreto”, en una definición, en una
teoría, en una ley.
Para controlar la realidad a través de su conocimiento, el hombre, necesita
meter en el medio algo que “no es” y de esa abstracción hacer el límite, el marco, donde se
apoya un conocimiento seguro. Acá se concretiza la dualidad y se va haciendo
evidente entonces que la realidad “dual”, “binaria”, es solo un producto de nuestra necesidad de conocer,
nada más que eso: surge de nuestra necesidad de división para hacer un análisis
que explique los fenómenos, comienza con nuestra necesidad de conocimiento pero
se consolida por nuestro afán de definir, de controlar la realidad. Se nos
empieza a plantear el problema del control. La pregunta es ¿conocer equivale a controlar para el hombre?
La respuesta es que existen dos tipos de conocimiento: uno que tiende a formar
un sistema de poder inmanente desde la voluntad de controlar y otro tipo de
conocimiento, el bueno digamos, que conduce a una creciente libertad. Este escrito, luego de esta primera parte que me
dedico a criticar el conocimiento entendido como control, va a intentar
aproximarnos a la forma de conocer que genera libertad en el hombre. Pero ahora
sigamos en la descripción del problema del control.
El problema del poder: conocimiento predictivo entendido como control
La capacidad predictiva nos da, sobretodo, la sensación de controlar,
creemos poder asegurarnos de la realidad a través de un conocimiento predictivo
sobre ella y es aquí donde el conocimiento se petrifica y se falsea, donde se
mezclan y confunden las categorías duales, se mezcla el “sujeto” con el “objeto”. Porque, como dije antes, crear
este límite para permitirnos conocer-controlar la realidad implica a su vez
crear un concepto completamente abstracto, y arbitrario, que forma la otra cara
del límite donde no está nuestro objeto de conocimiento: y eso es lo que “no es la realidad”, el no ser, la nada, algo no
real, una abstracción pura. El hombre crea el limite que implica la existencia
de “la nada” para apoyar su conocimiento en
algo supuestamente “concreto”, en una definición, en una
teoría, en una ley, y de esta manera crearse una supuesta garantía que le da
derecho a controlar la realidad. La confusión comienza en el hecho en que es
inevitable que, mediante esta manera de conocer, el hombre no confunda lo que “es” la realidad con lo que solo es
nuestro objeto de conocimiento y, con ese “no es” en el medio formando la
cognición, el sujeto confunde el objeto de conocimiento consigo mismo, con su
necesidad de control sobre la realidad. Cuando se
confunde el ser con el no ser se falsean todos los conceptos temporales de
los hombres. Pero esto no importa a la ambición del hombre. El poder,
según el mundo, es poder controlar. El querer controlar es lo contrario a la
libertad que nos da el saber del verdadero conocimiento.
Pero sigamos. Entonces, si queremos controlar la realidad, primero hay que
saber “realmente”, cabalmente, primero hay que
tener un conocimiento “seguro” de ella, para tener verdadero poder primero hay que
conocer, definir, tener “bajo control”. Entendemos que conocer significa sobre todo controlar,
y entendemos mal. Acá se descubre el funcionamiento falaz y mentiroso, el
problema para la verdad que presenta esta clase de poder. Porque es la falta de
confianza al enfrentar la realidad lo que hace que queramos controlarla antes
de haberla conocido. Buscamos desde la “nada” misma (desde la desnudez
existencial, desde “el
yo puedo dudar” de Descart), antes de conocer
verdaderamente la realidad, buscamos control sobre la realidad, “objetividad”, y esta necesidad desesperada, o
“impía”, de control, hace se tuerza y se
falsifique toda nuestra manera de conocer.
Porque si primero no conocemos lo que vamos a controlar, ¿como vamos a
predecir controlarlo igual? ¿Como vamos a considerar que lo podemos controlar?
Si hacemos esto, si queremos hacer esto, es porque en verdad estamos
ciegos.
Si no vemos todas estas
cuestiones empezamos a engañarnos, nos hacemos inválidos a nosotros mismos.
Porque, aunque adquirimos algo de poder, perdemos de vista lo mas importante
pues no podemos ver más que somos nosotros mismos los que con nuestra propia
manera de conocer-controlar nos alejamos a la realidad del “Ser”. Esta es la manera como el ansia
de conocimiento para controlar, para obtener poder sobre el “Ser” nos ciega. Como esta manera de buscar, de ver, de vivir nos
invalida, nos ciega, nos mata en vida.
Ahora si seguimos en esta lógica del control, aparece
definidos ante nosotros entonces – y por
nosotros-, el “ser” y el “no ser” que pasan a
definirse de diferentes formas de acuerdo a la dualidad-binaridad en que se
sumergen nuestros sistemas de conocimiento. Luego, finalmente, pasan a
definirse moralmente, socialmente como bien y mal(No estoy negando la existencia de un bien y mal absolutos, no estoy entrando en un relativismo moral, me explico: A mi
no me gusta hablar del dualismo bien-mal porque siento que le estoy dando la
misma entidad, pongo en el mismo status al bien y al mal y siento que caigo en
cierto maniqueísmo. Yo al concepto “mal” lo entiendo que viene de una entidad
concreta pero dependiente, solo como una forma parasitaria del concepto de
bien. El mal existe pero no “es”, es decir: no tiene entidad o sustento propio,
es solo una forma parasitaria que vive del bien y por eso me cuesta oponerlos a
los dos conceptos. Además, también, considero que el concepto bien nos es medio
difícil de definir pues siempre se puede mejorar, en este mundo todo es
perfectible. El pecado original consiste justamente en esto: en haber querido
definir lo que es bien y mal según nuestro punto de vista y de esta manera nos cerramos
a la voz de Dios, a lo que El nos va a ir enseñando que es lo Bueno y que lo Malo.
A raíz del pecado original los hombres muchas veces terminamos adorando y nombrando
algo como bueno cuando en realidad es malo y despreciamos algo verdaderamente
bueno cuando en verdad es malo (Lucas 16, 14-15)). De la construcción desde
estas oposiciones es desde donde comienzan a brotar todas las construcciones
del conocimiento de los hombres.
Es un conocimiento
por oposición, negativo, que nos dice que “se es” por lo que “no se es”, el famoso
estructuralismo. Hoy día, la forma mas desarrollada de este tipo de mecanismo
de información es el conocido código binario.
El Ser “Es” en movimiento. El concepto de
movimiento.
Resumiendo otra vez entonces, para creer que puede controlar la realidad,
para tener poder sobre esta, el hombre necesita meter en el medio algo que “no es” y de esa abstracción hacer el
límite, el marco espacial-temporal, donde se apoya un conocimiento seguro, una
ley, una teoría.
Pero la realidad es una y responde a una sola cosa: a eso que “Es”, no a lo que “no es”. Y “lo que Es” esta “vivo”, vivo no solo en el sentido
biológico, vivo en el sentido es que esta en movimiento, en interrelación
constante en la realidad. Lo que “no es” es una invención del hombre para frenar este movimiento
y que la realidad acotada por el mismo responda a su limitada capacidad de
conocer-controlar. Por esta falta de realidad en nuestro conocimiento es que no
le podemos dar una importancia “absoluta”, y siempre es subjetivo mientras queramos controlarlo,
no podemos controlar “realmente”, no podemos “saber la realidad”.
Repitiéndome otra vez: La realidad es una y responde a una sola cosa: a eso
que “Es”, no a lo que “no es”. Y el “Ser” se nos da, se nos regala en la
realidad a que nosotros lo conozcamos, pero hacemos con El lo que queremos,
nosotros Lo negamos, negamos su gratuidad, creyendo que nosotros tenemos que
buscarlo, que nosotros somos los que tenemos que objetivarlo, que nosotros
somos los que tenemos que controlarlo… pero no nos damos cuenta que el “Ser” no se sabe. El “Ser” se vive, es decir, el “Ser” se es. Tenemos que darnos cuenta
que nosotros también nos encontramos dentro de la dinámica del movimiento del
Ser, espacio y tiempo, presente y pasado, pasado y futuro se encuentran
conectados, no podemos hacer cortes arbitrarios para establecer marcos
espacio-temporales que nos permitan definir la realidad. Como trate de explicar
si hacemos esto en verdad vivimos de a poco en el no ser, de a poco morimos a
la realidad del Ser en la que nacimos y nos encontramos.
El problema del limite. Lo que oculta el no-ser.
Con este ultimo concepto de movimiento vamos descubriendo la columna
vertebral en que desde nuestra cognición se organizaron hasta hoy los conceptos
que nos sirvieron para obtener un conocimiento como control de la realidad en
la que estamos inmersos.
En esta nuestra forma de conocer varios de estos conceptos al estar
permeabilizados por el no-ser van quedando ocultos, la dualidad en la que esta
sumergida nuestra estructura de conocimientos va escondiendo los “no son“, esconde la
estructura de oposiciones y solo deja que afloren los conceptos que poseen algo
descriptivo, solo deja que afloren los conceptos que señalan el ser, así, los que estan en el ámbito del no-ser van
quedando inmediatamente en lo oculto, pero ocultos igual están de una manera
supuesta. Ahora voy a tratar de demostrar como conceptualmente sucede esto.
Como dijimos al principio del escrito el primer concepto al que el yo del
hombre accede es al concepto de
presente. Comienza a haber una conciencia de la línea temporal y por
abstracción del momento-concepto presente, tenemos lo que no es presente y el
yo accede así en primer lugar a lo que ya pasó, a la experiencia adquirida, se
forma el concepto de pasado. Luego, cuando se relacionan estos dos conceptos, y
el yo del presente comienza a especular por la memoria adquirida del pasado,
por otra abstracción desde esta se comienza a concebir la posibilidad de un
concepto de futuro. Como estamos en la lógica del conocimiento por el control,
esta descomposición del presente responde a un análisis dual, de lo que “es” el concepto al que
nos referimos y de lo que no es el concepto al que nos referimos. Así vemos y
podemos decir que del concepto presente no surge el concepto pasado, sino lo
que es pasado surge de lo que es no-presente, gracias a la memoria sobre la
experiencia del yo. Así también podemos decir que del concepto pasado no nace
el concepto futuro, sino que lo que es posibilidad de futuro surge en la
conciencia del hombre desde lo que es no-pasado, gracias a la especulación
sobre la experiencia de la memoria. El concepto futuro también lleva unida la
posibilidad de un no-futuro, y aquí vemos la posibilidad del no ser (de la que
arriba hablábamos) manifestada completamente, la abstracción en estado puro,
pues lo que no es presente ni pasado ni futuro es nada. Gracias a que existe
otro concepto, el concepto de tiempo, que abarca a estos tres presente, pasado
y futuro en una unidad sabemos que no-futuro no existe y en todo caso arribar a
esta posibilidad es un error del intelecto.
Pero sin embargo esta posibilidad de la nada, del no-futuro genera angustia
en el hombre y hace que su necesidad de conocimiento como control se haga mas
férrea. La conciencia se aferra ciega y desesperadamente al pasado asi cree
garantizar que sus especulaciones para el futuro sobre la memoria son lo mas
correctas posibles (aunque por lo general este proceso es inconsciente, por eso
le erramos tan feo la mayoría de las veces). Así este proceso ciego y
desesperado, generalmente inconciente, hace que esta dualidad se vaya asentando
de manera definitiva en la conciencia del concepto presente, el hombre desde la
memoria empieza a ejercer este ferreo control a traves de la dualidad pasado -
no pasado para aferrarse a lo único que le ofrece posibilidad de control o
dominio en la conciencia y, además, salida de sus instintos, es decir el
no-futuro o bien un futuro deformado e interpretado según una única
intencionalidad, la suya, ya que el presente es inaprensible y el pasado, por
mas especulaciones que hagamos, es inamovible. Pero porque digo que nos encontramos
en la lógica del conocimiento por control? Porque desde el concepto presente,
en lugar de empezar a basarse en conceptos concretos de la vida misma el hombre
elige generar abstracciones primero hacia el pasado, luego hacia el futuro y
luego al aparecer la posibilidad de la nada misma, esta ultima posibilidad hace
que el hombre quede pegado aun mas al pasado -y la memoria- y a sus propias
especulaciones para resolver la existencia de la posibilidad de un futuro sobre
ese pasado, el hombre se pierde en esta dualidad entre lo que es pasado y lo
que no lo es, se pierde del momento presente y sus verdaderas posibilidades, el
hombre se aliena en su propia experiencia del pasado hacia un futuro que solo
cabe y es interpretado en su propia conciencia.obviamente esto no sucede de
manera absoluta en todos los hombres. Los hombres también, y a traves del
valor, pueden elegir creer en la experiencia adquirida por otros hombres y asi
pueden superar sus propias limitaciones existenciales que devienen de la alienación
en la su propia memoria existencial. Igualmente el análisis llevado a cabo en
este ultimo párrafo excede por mucho lo que estoy tratando de investigar en
estos momentos.
Volvamos. Una vez que conseguimos tener separados presente y no-presente, despues,
desde no-presente pasado y no-pasado, y despues desde no-pasado futuro y
no-futuro (cuadro sinoptico), una vez que desde el presente definimos todas las
posibles proyecciones del estado del yo conseguimos entender otro concepto que
abarca todos estos: presente, pasado y futuro y sus negativos, este concepto
abarcador de todas estas posibilidades del yo es el concepto de tiempo.(todas
las formas verbales de nuestros idiomas forman la experiencia de este
concepto)
Pero veamos que nos sucede cuando encaramos el concepto de tiempo desde
esta lógica dual, del control, desde la memoria y la especulación.
Lo primero que vemos es que el concepto tiempo no es una producción del
hombre para controlar la realidad generada a partir de su propio recorte y
abstracción, sino que el tiempo es un concepto que intenta abarcar y relacionar
la experiencia del presente, pasado y futuro en la conciencia del hombre, sin
esta relación a través del concepto de tiempo el presente, el pasado y el
futuro no significarían nada, carecerían de sentido. Como el presente no
significaría nada sin el pasado ni el pasado significaría algo sin la
existencia de un futuro así el no-futuro, es decir la nada, seria el
significante final de esta ecuación sino conociéramos que el tiempo corre mas
alla de nuestra experiencia ya que por mas que pocas veces nuestras
especulaciones acierten en lo que al futuro concierne, el futuro no deja nunca
de venir y esto es porque el tiempo nunca deja de correr tras la vida del
hombre. El tiempo es independiente a la cognicion de un hombre particular ya
que el presente del yo se encuentra dentro de un tiempo determinado, la
conciencia vive en un tiempo determinado, al yo le da experiencia el tiempo en
que vive, es decir la primer conciencia del yo, presente-no presente, se genera
desde el tiempo y no el tiempo desde la conciencia. Lo segundo que podemos ver
es que en verdad el concepto de tiempo que abarca tanto el presente, pasado y
futuro como sus negativos, lo que podemos ver es que el concepto de tiempo es
un concepto vacío -como la nada del no-futuro- si no se lo considera
íntimamente relacionado por oposición a
otro concepto, es decir: en si mismo el tiempo es la nada misma esa que
significábamos por oposición luego del futuro, por mas periodos de tiempo que
vivamos si esos periodos no tienen un lugar en el espacio ese concepto de
tiempo es vacío, es la nada misma. Ahora vemos que el tiempo sí adquiere
significado para la conciencia del hombre junto a ese otro concepto, el de
espacio: es decir nos damos cuenta que existen esos dos conceptos porque
existen juntos. Sin espacio no habría tiempo y sin tiempo no podríamos dar
cuenta del espacio. En verdad a su vez estos dos conceptos parecen venir de un
mismo concepto . Pero que pasa: desde las conclusiones a las que llega nuestro
caudal de conocimiento por control generamos y deducimos esta dualidad por
encima de nuestro concepto de presente, pues la necesitamos controlar,
establecer coordenadas de tiempo y espacio, debemos poder decir cuando y donde
las cosas SON o NO SON (Como dije mas arriba, necesitamos establecer limites,
como no podemos reconocer nuestros limites necesitamos limitar lo real, pero no
nos damos cuenta que al limitar lo real tan tajantemente, tan soberbiamente
perdemos el paraíso -si no fuera por Jesus-). Y dividimos y formamos esta nueva
dualidad porque al concepto de espacio es inabarcable, es imposible controlarlo
desde la conciencia, nos sentimos impotentes ante el, entonces lo separamos
arbitrariamente del concepto de tiempo para poder desde nuestra conciencia
establecernos desde el presente y desde el presente ir rápidamente al pasado
por la memoria y del pasado ir mas rápidamente a la posibilidad de algún futuro
a través de la especulación, así quedamos boyando entre pasado y futuro sin casi
asidero en el presente, ni en el tiempo ni en el espacio. (como dije arriba,
lamentablemente solo en la especulación nos sentimos a nuestras anchas, nos
sentimos libres pues aunque a la memoria la podamos controlar, el pasado es
inamovible. En verdad lo que hace libre es mirar todo con amor, pero el hombre
generalmente piensa la libertad como una abstracción). Generamos una división
arbitraria en nuestra conciencia para quedarnos limpiamente con el concepto al
cual nos podemos asir, es decir al concepto tiempo, pues nuestra conciencia
está en el presente y desde el presente solo podemos “controlar” el pasado, lo que
está en nuestra memoria, y también podemos controlar las especulaciones sobre
el futuro que nuestra conciencia realice en si misma. Solo sobre este nuestro
propio terreno temporal creemos ejercer genuinamente algún control.
Volviendo sobre esta escala gradual-conceptual vemos que a pesar de que
tiempo y espacio no son conceptos abstractos en si mismos no nos dicen nada. No
nos daríamos cuenta de la existencia del tiempo y ni del espacio si a estos no
los uniera un concepto mas abarcador: El concepto de movimiento. Si no
existiera el movimiento nuestra conciencia no podría percibir tiempo ni
espacio. A este concepto de movimiento, la conciencia del yo, por este proceso
de control, vuelve a buscar dividir en tiempo y espacio. Pues si el presente
era inaprensible y el espacio inabarcable el movimiento por su misma definición
es incontrolable. En verdad no es incontrolable, por eso hice tanto hincapié
con el principio de indeterminación. En verdad tiempo y espacio están unidos en
la dinámica del movimiento.
Pero el concepto de movimiento que percibe nuestra conciencia le falta algo
para ser completo también, nos damos cuenta que este concepto también sufrió
una escisión arbitraria para que el yo del hombre pudiera -como no lo puede
controlar- al menos percibirlo. Porque
tiene que ser movimiento a través de “algo” para que exista el movimiento: sin ese algo no
existiría el movimiento como sin el movimiento no nos daríamos cuenta de la
existencia de ese algo, pues siempre seria lo mismo todo, sin marco de
referencias, sin diferencias. Ese algo es la otra cara del concepto de
movimiento que el yo del hombre arbitrariamente mutilo para poder ubicarse desde
algo que puede al menos percibir aunque no controlar, es decir, el movimiento.
Al otro lado del concepto de movimiento está el de jerarquía, el orden del Ser.
Hay movimiento porque existe una jerarquía establecida, jerarquía que el yo del
hombre no puede controlar ni siquiera percibir porque está muy atento al
control sobre su yo y no puede si quiera admitir la posibilidad de que otra
organización cognoscitiva o jerárquica lo este organizando a el (es decir lo
que quiero fundamentar con esta primer parte critica del escrito: el yo,
mientras no reconozca lo acotado de su cognición, ve la jerarquía ordenada
desde el mismo, de la realidad escindida -recortada y abstracta- que el mismo
forma en su pensamiento, en esta manera de conocer no puede ver la jerarquía
desde la realidad del Ser). Pero es una jerarquía que dice como las cosas
tienen movimiento a través de ella -por eso admite la existencia dentro de ella
de alguien como el hombre-, y movimiento que nos dice que hay una jerarquía por
la cual moverse. Y desde estos últimos dos conceptos divididos por el control
del hombre llegamos al ultimo concepto, que ya no esta parcialmente vacío, que ya no esta dividido, es donde se
aloja el Ser sin divisiones, sin “no ser“ Este concepto se ha nombrado de muchas maneras a
lo largo de la historia del pensamiento, la filosofía y teología. Generalmente esta constituido por dos conceptos,
pareciera antagónicos. Aristóteles lo llamo motor inmóvil, quizás la mas famosa
definición filosófica. Yo lo llame durante un tiempo lo constantemente
indefinido. Pero creo que la mejor definición es bíblica, del Apocalipsis
cuando Jesús dice “Yo hago todas las cosas nuevas”. El concepto sería de “Lo
que Es siempre nuevo” (digo antagónicos porque: lo que es motor difícil Es
imaginárselo inmóvil, lo mismo para lo constante frente a lo indefinido, e
igual para lo que Es siempre y a la vez no deja de Ser nuevo).
(Kant, como decía Borges sobre la filosofía, es autentica literatura fantástica: todo lo que armo Kant automáticamente se cae cuando nos damos cuenta que ni el tiempo ni el espacio son intuiciones a priori. Nosotros no vemos ni intuimos a priori el espacio, vemos en dos dimensiones, tenemos vista bidimensional, es lo que sucede cuando vemos en una pantalla o un espejo o a través de un vidrio, anteojo: por que vemos igual? Si estamos viendo planos? Por que a medida que se alejan las cosas las vemos mas pequeñas?, o por que vemos las cosas mas pequeñas a medida que se alejan? Si se pudieran ver las tres dimensiones esto no tendría porque suceder. A ver si explico mejor: de las tres coordenadas espaciales altura, longitud y profundidad: ¿en verdad vemos el ancho o la profundidad de las cosas? ¿O solo la llegamos a intuir gracias a nuestra experiencia en el mundo? El espacio lo aprendemos por la experiencia, lo intuimos a posteriori, lo aprendemos por la experiencia y no antes de ella. Lo mismo sucede con el tiempo. El tiempo es una percepción de la experiencia en el espacio, y tanto espacio como tiempo pueden percibirse gracias a que existe el movimiento, que hay energía. Kant se equivoco al invertir la cuestión. El tiempo y el espacio son categorías que involucran solo a la biología, la materia organizada para que sobreviva el “genio” de las especies. Mantener la vida material, organizar la materia de una determinada manera hace que sea posible el tiempo y el espacio. El tiempo y el espacio son dependencias de la biología para que se halle variabilidad, relación y adaptabilidad, se de a lugar a nuevos especimenes y los viejos mueran y no tiranicen a la especie con genes viejos que ante los cambios graduales de los ecosistemas terminarían no resistiendo, por lo tanto dejando de existir mucho mas fácilmente el “genio de la especie”. Vida y muerte son dos caras de un mismo concepto desde la biología: el concepto especie, “supervivencia de la vida material”. El intelecto del hombre como ser especifico esta afectado, dañado por la mortalidad, por lo que ella produce en el como ser consciente de estas categorías espacio-temporales que conducen a la muerte. Si hablamos de física no sirve ponernos desde la perspectiva espacio-temporal ya que los elementos no-biológicos no dependen para nada del tiempo ni espacio, dependen únicamente de fluctuaciones de energía. Nosotros antes usábamos las categorías de tiempo y espacio para tratar de traducir y entender estos fenómenos físicos pero erramos porque esas categorías biológicas dificultan aun más su comprensión. (Lo mismo si hablamos de religión. Si tratamos de entender la inmortalidad, lo primero que debemos considerar es que un ser inmortal no esta sujeto al tiempo ni al espacio, y solo se relaciona con estas categorías en tanto este ser decide relacionarse con seres vivos materialmente hablando). Hoy las ciencias se han independizado de la filosofía y la independencia de estas categorías espacio-temporales hace que la ciencia físico-matemática –HASTA AHORA- avance mucho más que las teorías filosóficas aunque usualmente no se entienden los alcances de estos descubrimientos científicos. Avanza mas porque las ciencias físicas no buscan encorsetar la experiencia física-material a categorías espacio-temporales, sin embargo, no comprende ni los alcances ni las implicancias de lo que descubre porque al utilizar únicamente un lenguaje matemático, abstracto con conceptos formales, a-temporales, cerrados a la experiencia humana-social, este lenguaje cerrado no se permite relacionar sus descubrimientos con conceptos verbales que incluyen al movimiento, el dialogo, palabras del lenguaje humano, conocimiento interno del hombre, conceptos abiertos a otros tipo de experiencia mas allá de la fisica-material. El hombre va a dejar de estar dividido, esclavo de sistemas y diferentes leviatans si logra reconocer y aunar estos dos tipos de conocimiento, si encuentra sus coincidencias y reconoce la existencia de conceptos supratemporales que se pueden conocer pero no controlar, reconoce que conocer no equivale a controlar y acepta conceptos que superan la determinación de nuestro propio intelecto y decide instalarse en la creación no con la soberbia del dueño ignorante de lo que sucede en su hacienda, sino con la paz de un administrador.
Este problema de la
dualidad entre estos dos tipos de conocimiento del hombre se da porque nosotros
ya no somos puramente especie. Kant quiso dividir estas dos esferas en el
hombre. Pero hay que armonizarlas de nuevo. El problema de la dualidad se da
porque tenemos conciencia del tiempo, el hombre no solo es presa del tiempo y
la especie como el resto de los seres vivos sino que el hombre puede ser libre…
pero también puede ser presa de si mismo, de su propia consciencia. En el
hombre tiende a prevalecer una mezcla confusa de poderosos elementos
específicos (que hacen a la especie) con otros elementos puramente singulares,
particulares o individuales. El hombre se puede abstraer de los impulsos
específicos a través de su singularidad. Podemos prestar atención – es decir:
elegir que hacemos con nuestra conciencia del tiempo mas allá de
determinaciones hormonales- a lo que va mas allá de la especie aunque lo que
poderosamente atraiga mas nuestra atención, generalmente, sean los elementos
que hacen que la especie sobreviva.
Deshacernos del
conocimiento esclavizante que deviene de los sistemas que los hombres
inventamos y poder aceptar el conocimiento que libera al hombre es una cuestión
de orden, de jerarquía. Si entendimos que todo fue creado por Alguien, en algún
lugar podemos encontrar las huellas del Autor. Y esas huellas son las
coincidencias que nos van a ayudar a traducir los diferentes lenguajes que
parecen ofuscar nuestra consciencia. No es tan difícil. (A lo que voy, y creo
que se entiende, es que esas llamadas intuiciones puras, o formas a priori, es
que no son intuiciones puras ni son a priori sino que se forman por la
experiencia, gracias a la vida. Lo que critico que se cae en kant es porque ya
no se puede sostener más la división tajante que permite “limpiamente”
dedicarnos a las ciencias creyéndonos “objetivos”, y dejar los conceptos
metafísicos de lado (Esto es algo cuyas consecuencias epistemológicas continúan
hasta hoy). Si admitimos que ni especio ni tiempo son a priori ya no se
sostiene la “cosa en si”, el noúmeno, la cual era de extrema importancia para
Kant y que después, como era lógico, enseguida borraron los neokantianos de su
teoría del conocimiento, era lógico porque Kant era creyente y esos muchachos
no tanto y la cosa en si aunque errada en su piedad por lo menos ponía un freno
al sueño formal.))
SIGUE.
Estoy atenta a la respuesta de Juan Martín, "dos potencias dialogan" Un abrazo!
ResponderEliminarPotencia? jajaja
EliminarComo le va María Cristina!, la semana pasada me meti en su facebook y dije unas cosas sobre el problema de la filosofía y los conceptos y quede en que iba escribir ese post. Este de aca arriba lo tengo desde que estudiaba filo. Hoy a la noche voy a escribir ese post... picante... va a ser bien fulero, tengo muchas cosas para decir... jajajaja
Santiago, no tengo facebook, hace mucho que lo cerré, creo que como dos años, o me hablás del blog?
ResponderEliminarSí te respondí en tu anterior post porque seguí tus sugerencias de lectura, un abrazo!
no, hablaba de facebook nomás. recién leí su comentario y le conteste, es un crack Javier Gomá.
ResponderEliminarun saludo!
Y lo de reírme de "potencia" es por mi mismo, no por Juan Martín.
ResponderEliminarun saludo grande
Aclaración importante que recién veo no hice: Consciencia no es lo mismo que vida. La vida va mucho más allá de la consciencia, del tiempo y el espacio. Un saludo.
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